POR ARTE DE MAGIA
1 feb 2011 Publicado por: Silvia Martín Díaz
INTRODUCCIÓN
¿Qué es la magia? La magia podría definirse como algo extraordinario que no se aviene a las leyes naturales. Algo asombroso e inesperado, fruto de operaciones ocultas.
De todos es conocido el interés que despierta todo lo mágico en los más pequeños/as. En sus mentes tienen cabida todo un mundo de seres mágicos como hadas, duendes, brujas o superhéroes que todo lo pueden.
Los niños y niñas poseen un pensamiento mágico
Teniendo en cuenta a Piaget (1896-1980), los niños y niñas de estas edades se encuentran en la etapa preoperacional. Entre los 2 y los 7 años presentan un pensamiento con una serie de características como son la yuxtaposición, que es la incapacidad de ofrecer explicaciones coherentes, presentando afirmaciones fragmentarias sin conexiones causales, temporales o relaciones lógicas; el sincretismo, a través del cual obtienen una visión global de la realidad sin realizar análisis de las partes; el egocentrismo que supone una incapacidad de adoptar puntos de vista distintos del suyo; la centración, que es la percepción de un solo aspecto de la realidad obviando todos los demás, etc. Piaget situaba a los niños y niñas de esta etapa inmersos en un pensamiento mágico y egocéntrico.
Sin embargo, esta limitación evolutiva de las habilidades cognitivas no debe ser un obstáculo para el aprendizaje. Es cierto que no contamos con determinadas habilidades ya que nuestros alumnos/as no disponen de ellas, o al menos, de parte de ellas, pero contamos con otras distintas, contamos con la imaginación, con la creatividad, con la capacidad de emular un mundo a parte, un universo distinto al real, donde existen otros seres, donde se puede volar, hacerse invisible, preparar pociones y brebajes que tengan efectos sorprendentes, etc.
La creatividad fomenta la producción de múltiples soluciones a los problemas y dificultades que se les plantean a los pequeños, tanto en su vida cotidiana, en familia, como en el ámbito escolar. Favorece el pensamiento divergente, capacidad de dar solución a una cuestión de forma innovadora y original.
El pensamiento mágico aumenta la creatividad
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Lancaster (Reino Unido), demuestra a través de experimentos realizados, que los niños y niñas de 4 a 8 años, aproximadamente, pueden aumentar su creatividad (y por ende, su pensamiento divergente).
Teóricamente, ya se había hablado sobre la influencia del pensamiento mágico en el desarrollo cognitivo, considerándose la fantasía como un componente que juega un papel fundamental en el sentimiento de competencia y efectividad del niño/a. Con esta experiencia, los científicos han constatado este efecto del pensamiento mágico infantil.
La experiencia que ha puesto de relieve este hecho ha consistido en mostrarles a dos grupos de niños/as, fragmentos de la famosa película “Harry Potter y la Piedra Filosofal”. La película mostrada a un grupo presentaba un contenido mágico, por el contrario, el otro grupo presenció otros 15 minutos de la misma película pero exenta de este tipo de contenido.
Con posterioridad se les pasó a todos los niños y niñas objeto de este estudio, un test de creatividad (Test de Pensamiento Creativo de Torrance), obteniéndose como resultado que la mayor puntuación correspondía a los chicos y chicas pertenecientes al primero de los grupos (al que visionó la película con elementos mágicos).
Como conclusión obtenida del experimento por parte de los investigadores, cito textualmente: “En lugar de ser un mero subproducto del desarrollo cognitivo que acompaña el desarrollo central y que en ocasiones puede ser utilizado para el entretenimiento, el pensamiento mágico puede ser visto como una fuente adicional de desarrollo de la imaginación y del pensamiento divergente en niños/as. Los resultados obtenidos en los experimentos realizados deberían ser tenidos en cuenta en el terreno de la educación, en el que el pensamiento mágico podría servir como herramienta complementaria para el desarrollo cognitivo de los pequeños/as. El pensamiento mágico, ha cumplido desde sus inicios un papel fundamental para la supervivencia y la cultura humanas. Así, junto con otros elementos que promueven el desarrollo de la imaginación infantil (como el juego y la función simbólica), el pensamiento mágico permitiría a los niños/as crear mundos fantásticos imaginarios, aumentando su capacidad de ver el mundo y actuar en él desde múltiples perspectivas”.
LA MAGIA COMO ELEMENTO MOTIVADOR DE APRENDIZAJES Y COMO RECURSO EDUCATIVO
Un mundo fantástico y maravilloso, extraño y mágico constituye un excelente elemento motivador para nuestros chicos y chicas. La motivación es imprescindible para la construcción de aprendizajes. Es necesario que exista un cierto interés por parte del alumno/a por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él.
Solo podemos enseñar si existe una voluntad de aprender, pero en educación infantil los niños y niñas no tienen conciencia sobre lo que significa aprender, sobre el esfuerzo que supone superar una dificultad o asumir un reto para alcanzar un objetivo, que es en definitiva, lo que significa aprender. Los más pequeños/as funcionan por el principio del placer, para ellos/as solo cobran interés las actividades centradas en el juego, en la diversión, en la experimentación y manipulación. No cabe la menor duda de que si utilizamos la magia como un juego vamos a conectar con los intereses de nuestros alumnos/as.
El niño/a posee anclado en su mente todo un mundo cargado de elementos mágicos, fantásticos, maravillosos…, que nosotros/as los/as docentes podemos utilizar como recurso para dar explicaciones a los múltiples “por qués” del pequeño/a. Con la magia podemos establecer relaciones causa efecto que respondan a las expectativas y a la naturaleza de la mente infantil, podemos captar la atención del grupo durante más tiempo que con las actividades que tradicionalmente se han venido utilizando en las aulas. La atención es fundamental para que haya concentración e interés, sobre todo interés por aquello que nosotros/as queremos enseñar, todos aquellos objetivos y contenidos que conforman nuestras programaciones didácticas, nuestros centros de interés, proyectos de trabajo, etc.
A través de diversos trucos podemos adentrarnos en las diferentes áreas de nuestro currículo, podemos trabajar conceptos lingüísticos, lógico-matemáticos, valores, habilidades psicomotrices, etc.
Utilicemos la magia como recurso innovador en nuestras aulas, tomemos todas aquellas ventajas que supone todo un mundo mágico de trucos sorprendentes para mejorar la práctica educativa.
Nuestro principal objetivo al utilizar esta metodología lúdica no es otro que potenciar el desarrollo de las funciones cognitivas y de las áreas emocionales y socio-afectivas de nuestros alumnos y alumnas, obteniendo como resultado numerosos beneficios en aspectos como los que se detallan a continuación:
- La velocidad mental. Agiliza los razonamientos.
- La capacidad de pensamiento se ve aumentada.
- La concentración.
- La habilidad matemática.
- El desarrollo de la personalidad y la autoestima.
- La observación.
- La creatividad y la imaginación.
- La timidez. Ayuda a salir a los niños/as tímidos/as de su aislamiento.
- La expresión oral. Con la explicación de los trucos utilizan una gran variedad de vocablos.
- El respeto de normas. La creencia en entidades inexplicables para la razón humana, impone a los niños y niñas un gran respeto.
Con el uso de elementos motivadores de este calibre, los aprendizajes trascienden el ámbito escolar, pasando a convertirse en aprendizajes significativos y formando parte de sus juegos cotidianos y de sus actividades más diversas. El niño/a no percibe los contenidos expuestos como materia a aprender, sino como un universo a explorar.
CHICOS Y CHICAS,… VAMOS A HACER MAGIA!
Trucos
Antes de nada, hemos de tener presente una serie de cuestiones muy importantes, si queremos aparecer como grandes magos/as ante nuestros pequeños/as. A continuación se señalan unas breves normas a seguir, para que todo cuanto vayamos a representar en cada uno de nuestros trucos sea lo más creíble posible, evitando errores que nos puedan delatar y romper así, el momento de fascinación que perseguimos con nuestra actuación:
- Ensayar tantas veces como sea necesario. No olvidemos que los niños/as son capaces de darse cuenta de muchos detalles. Si captan donde está el truco, habremos perdido todo su interés.
- Para empezar nuestra función particular, hemos de crear un ambiente de máxima expectación.
- Es muy importante que mientras realicemos nuestros trucos miremos a nuestros espectadores.
- Ubicarse siempre en frente de nuestro respetable público. Si se sientan a los lados corremos el riesgo de que descubran nuestro secreto.
- Elementos imprescindibles de un mago son la chistera y la varita.
- En el transcurso de la actuación debemos utilizar un vocabulario básico para explicar en qué consiste lo que vamos a hacer y para dar, en los casos convenientes, las instrucciones necesarias.
Vamos a exponer, a modo de ejemplo, una serie de trucos sencillos, que no requieren una gran preparación y que a partir de un previo ensayo, podemos realizar con materiales fácilmente localizables.
Multiplicamos dinero
Con este sencillo truco podemos trabajar el área lógico matemática. Ponemos varias monedas sobre una mesa y alguna que otra pegada con plastilina debajo de la misma. Contamos las monedas una por una muy despacito, haciendo hincapié en el número total. A continuación las recogemos pasando una mano sobre las mismas y la otra la dejamos en el borde de la mesa (como si estuviésemos recogiendo miguitas de pan). Esta segunda mano es la que, con sumo cuidado va a despegar la moneda habíamos pegado previamente bajo el tablero, incluyéndolas en el grupo e incrementando el número total de monedas.
Esto da pie a muchas preguntas sobre cantidades, conceptos como más que, menos qué, una más, una menos, operaciones como sumas, restas, etc.
Adivino tu palabra
Con esta otra experiencia, vamos a trabajar el vocabulario y vamos a fomentar la adquisición del lenguaje escrito, entre otros aspectos. Con ello tratamos de conseguir el conocimiento de letras, sílabas, palabras (siempre teniendo en cuenta el nivel en el que estamos – 3, 4 ó 5 años -).
El truco consiste en adivinar las palabras (sílabas o letras), que ellos/as escojan.
Partimos de nuestro vocabulario en tarjetas (con o sin imagen, de cartón, plastificadas…). Manejamos el mazo como si fuese una baraja de cartas, todas boca a bajo y mezclamos bien. El paso siguiente consiste en espacir todas las tarjetas por la mesa (ojo, hemos de mirar disimuladamente una de ellas, memorizarla y tenerla cerca de nosotros/as – esta carta figurará boca abajo en el tablero, como las demás -. Supongamos que comienza la función, ya la he mirado y mi carta es “pelota”). Una vez preparadas las cartas, comienza la participación de los chicos/as:
-“Lucía, escoge tú una palabra de las que están aquí boca a bajo y sin mirarla me la das” (debe hacerse con mucho cuidado, nadie debe ver cual es).
Yo cojo la carta y antes de mirarla digo que palabra es, pero… ¿como lo sabré? Pues sencillamente diré la que yo he visto previamente sin que nadie se diese cuenta.
- “Es la palabra pelota”
Después de adivinar la carta, la miro y asiento con mi cabeza:
- “… Estupendo, he acertado! (pero no la enseño sino que me la guardo a parte en la mesa) y pido nuevamente a otro colaborador.
- “Pedro, por favor, escoge tu la siguiente y sin mirarla, me la das también”.
Cojo la segunda tarjeta y antes de mirarla vuelvo a vaticinar qué palabra es. En este caso digo la que Lucía escogió (por ejemplo: mesa). Y otra vez la miro y digo:
- “… Qué bien! También he acertado (y sin levantarla ni mostrarla, la pongo a parte con la primera, que ya tenía reservada).
- Por fin llega mi turno! Ahora escojo yo.
Yo cogeré la que tenía reservada y antes de mirarla adivinaré la palabra. En este caso diré la que sacó Pedro.
- “Esta va a ser la palabra…. ¡pato!
Ya tengo tres tarjetas reservadas en mi mesa y ellos han visto que yo he dicho los nombres de cada palabra antes de mirar las cartas. Ahora solo hay que hacer un pequeño ejercicio de memoria con los pequeños/as y recordar los vocablos que yo he citado: pelota, mesa y pato.
Cuando todos han recordado las tres referencias, levanto las cartas mostrando que efectivamente se trata de las mismas que acabamos de decir y no de otras. ¡La Seño ha adivinado las palabras!
El libro mágico del comportamiento
Con este truco vamos a potenciar los buenos comportamientos. Vamos a fomentar el respeto de las normas de clase, las mismas que a comienzo de curso hemos coloreado, recortado, comentado en asamblea y que tenemos colgadas en una pared de nuestra aula.
Desgraciadamente, los/as docentes nos encontramos muy frecuentemente con ciertos casos de desobediencia gratuita de las normas. Unas normas consensuadas, explicadas y entendidas por todos/as. Quiero aclarar que no es mi pretensión formar a personas dóciles y manejables, que obedezcan porque si, sin más. Muy al contrario, mi interés reside en formar mentes con un sentido crítico y del respeto hacia el prójimo que les lleve a actuar libremente sin causar molestia o daño a sus iguales. Y esto solo se consigue con una sólida base de valores democráticos, cívicos y éticos, cuestión inherente al respeto de una serie de pautas de actuación.
Para poder abordar esta tarea nos ayudamos en la actualidad de múltiples recursos que dan más o menos resultados: paneles de comportamiento, puntos verdes, puntos rojos, etc. Lo que yo pretendo con la utilización del libro mágico es que, valiéndonos del pensamiento mágico de nuestros alumnos y alumnas, de sus creencias en seres fantásticos, logremos el respeto del máximo número de normas posibles. En definitiva, que consigamos un ambiente de tolerancia y consideración hacia nuestros compañeros y compañeras.
Y, ¿cómo es este libro mágico? Pues es un ejemplar que confeccionaremos nosotros y que estará en nuestra biblioteca. Este libro contendrá las imágenes de cada una de las normas de clase y además nos hablará.
Sí, este libro hablará de una forma muy particular. Este libro contestará a las preguntas que le hagamos, concretamente contestará a la siguiente cuestión: ¿cómo se ha portado esta clase hoy? A continuación tomaremos el ejemplar y cuando estén todos atentos/as y expectantes, pasaremos las páginas haciendo presión con nuestro dedo pulgar, de forma que se abra y pasen rápidamente. Lo que todos verán será la respuesta:
- Si se han portado bien, verán las imágenes de las normas a color.
- Si se han portado regular, verán esas mismas imágenes en blanco y negro.
- Y si se han portado mal, se verán los folios en blanco.
Y, ¿cómo se consigue esto?, Pues muy sencillo, preparamos las páginas (imágenes a color, blanco y negro, y folios blancos) y les hacemos una mueca de la siguiente forma: a todas las de color les cortamos la esquinita inferior derecha; a las que no tienen color, le hacemos otra mueca a modo de bocado en la parte central del borde; y a los folios en blanco, le cortamos la esquinita superior derecha. De esta forma si ponemos nuestro pulgar en las distintas muecas se verá solo uno de los tres tipos de páginas que componen el libro. El siguiente paso es encuadernarlo.
Este mágico manual da respuesta a esta pregunta tan frecuente, evitando actitudes implorantes o lloriqueos que buscan la posible recompensa (cara contenta en la mano, por ejemplo). Nosotros simplemente contestaremos: “no se, yo no puedo hacer nada ahora, ha sido el libro el que os ha visto…, ya sabéis lo que tenéis que hacer mañana”.
A ver que hay en el cucurucho
Este truco nos va a permitir obtener objetos “por arte de magia” de un cucurucho aparentemente vacío. Lo podemos utilizar a conveniencia para sacar pegatinas, pañuelos y todo tipo de objetos pequeños o que no sean muy voluminosos.
La experiencia que yo propongo está ligada a la educación en valores. Vamos a utilizar este cucurucho para obtener nuestro punto (verde o rojo) del comportamiento, que pondremos en el mural que tengamos al efecto. Para ello cada niño/a introducirá su nombre en el cucurucho (típica tarjetita con velcro, que se utiliza en los distintos paneles – asamblea, rincones…-) y, después de decir unas palabras mágicas…. ¡Tachánnnn, aparece un punto!
Confección del cucurucho:
Necesitamos una cartulina negra por la mitad (el corte lo hacemos paralelamente al lado más largo).
La doblamos por la mitad, obteniendo un cuadrado (por la línea roja del dibujo). Volvemos a doblar los lados para hacer el cucurucho y marcamos bien los dobleces ya que éstos nos van a delimitar tres zonas: una central, más larga y que termina en triángulo, y dos laterales que se cierran sobre la central, a modo de puertas.
Seguidamente desdoblamos toda la cartulina y untamos pegamento en las partes laterales que cierran sobre la central, tal y como se puede ver en la imagen (zonas de color celeste con pegamento). Y ya está listo.
Nuestro cucurucho es un tanto particular, tiene un doble fondo (la zona negra del dibujo es un bolsillo donde colocaremos lo que queramos que aparezca por arte de magia, en nuestro caso: los puntos rojos y verdes).
Cada vez que lo utilicemos abriremos la cartulina hasta dejarla en un cuadrado, mostrando a nuestro público que no hay nada en su interior. A continuación le doblamos las dos alitas y ya lo tenemos preparado para introducir en él la tarjeta del nombre. Diremos nuestras palabritas y con sumo cuidado, extraeremos del doble fondo el punto correspondiente.
CONCLUSIÓN
La innovación educativa nace de un deseo de mejorar la práctica docente, de una intención de optimizar el desarrollo de nuestros alumnos y alumnas en los diferentes ámbitos y áreas del currículo, con metodologías, materiales y recursos nuevos o dándoles un uso diferente al habitual en nuestras aulas.
A lo largo de este artículo, hemos podido ver como podemos utilizar la magia para lograr aprendizajes varios. Temas que nos preocupan en nuestra labor diaria como docentes, como son las matemáticas, la lengua, los valores y normas, pueden experimentar un progreso considerable con la realización de las diversas experiencias detalladas. La investigación científica nos avala con experimentos como el que hemos señalado (el pensamiento mágico aumenta la creatividad).
Sin lugar a dudas es una opción interesante que está al alcance de los maestros y maestras que deseen avanzar en el arduo y bello camino de la educación, sembrando la ilusión del que se asoma a un mundo en el que todo puede ser posible.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Manuales
- GALLEGO ORTEGA, J.L., FDEZ DE HARO, E. (2003): “Enciclopedia de Educación Infantil”. Aljibe.
- WINNICOTT, D.W., (1995): “Realidad y Juego”. Gedisa
- GOLEMAN, D. (1999): “La práctica de la inteligencia emocional”. Kairós.
- V.V.A.A. (2010): “1000 Trucos de Magia”. Servilibro.
Digitales
- www.tendencias21.net
- www.neurodifusion.org
- www.revistacandidus.com
- www.revistaeducativa.es
- www.psicoactiva.com
- www.magiapotagia.com
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