LA EXPRESIÓN CORPORAL EN EDUCACIÓN INFANTIL

INTRODUCCIÓN.-

Además de la expresión oral, la expresión corporal constituye una de las formas más universales de comunicación y comprensión de los seres humanos. Destaca su capacidad de expresar estados anímicos a través del movimiento de forma instantánea. En ella, se reúnen al igual que en los medios audiovisuales, la visión y el sonido: Las artes plásticas y la música.

El movimiento es fundamental para fortalecer en los niños/as sus capacidades cognitivas y para que tengan un crecimiento más sano tanto en el nivel físico como mental. Esta noción no es nueva, ya lo decían los griegos “ment sana in corpore sano”, sin embargo hoy día cuesta mucho que los niños/as practiquen su cinética corporal, pues ya no es posible que jueguen solos al aire libre, los padres y madres se encuentran ocupados trabajando y no encuentran momentos para dedicarse a jugar con ellos, y no podemos dejar de mencionar la influencia de la televisión y los juegos electrónicos que provocan sedentarismo y aletargamiento.

Está científicamente comprobado que la expresión corporal estimula el lenguaje, la vista y el oído, así como los ya consabidos beneficios que se generan en el organismo a nivel de salud, como menor asimilación de grasas, huesos fuertes, músculos flexibles, etcétera.

Pero también ha sido demostrado que la expresión corporal ayuda a que la seguridad del niño/a sea mayor, a que tenga una autoestima más alta y a que sepa relacionarse mejor con sus congéneres. La falta de movimiento en los niños/as puede provocar déficit atencional y otros trastornos emocionales.

Los expertos en conducta infantil insisten en recuperar el movimiento y las actividades físicas, pues la relación existente con el desarrollo mental es innegable. Por ejemplo, un niño/a que esté acostumbrado a mover sus manos en juegos, aprenderá más fácilmente y con más velocidad a escribir, pues tendrá acostumbrados sus músculos al movimiento y la motricidad fina no estará atrofiada.

Con todo ello y por el placer que proporciona su práctica a la hora de descubrir el cuerpo en movimiento y dominarlo, está justificada su inclusión en el programa de Educación Infantil

¿QUE ES EXPRESIÓN CORPORAL?

Trataremos de definir que es, o mejor aún, que debería ser la expresión corporal. Designaremos, en un principio con este término al conjunto de las técnicas que utilizan al cuerpo humano como elemento-lenguaje y permiten así, al margen de toda preocupación estética o utilitaria voluntaria, la revelación de un contenido interno.

La Expresión Corporal, así como la danza, la música y las otras artes, es una manera más de exteriorizar los estados anímicos, y como ellos contribuye a la vez a una mejor comunicación entre los seres humanos. De acuerdo con esta doble finalidad, es decir la expresión y la comunicación, tratamos desde un principio que los alumnos (ya sean niños, adolescentes o adultos) puedan llegar a la máxima capacidad expresiva sin tener que alcanzar previamente una destreza que para muchos está más allá de sus posibilidades físicas. Es una disciplina que libera energías, orientándolas hacia la expresión del ser a través de la unión orgánica del movimiento, del uso de la voz y de sonidos percutidos. Estos sonidos pueden ser producidos por el mismo cuerpo en movimiento (golpeteos con los pies y con las manos, castañeteo, etc.) o por instrumentos de percusión integrados al movimiento.

OBJETIVOS

La expresión corporal tiene como objetivo que el alumno/a desarrolle su capacidad física, su ritmo propio, y su manera de ser, sin quedar fijado al estilo particular de su maestro. Este en su delicada tarea de enseñar, necesita descubrir y poner en práctica distintos estímulos sin convertir a sus alumnos /as en pequeñas réplicas de sí mismo. El hecho de que esta disciplina utilice como vehículo expresivo el cuerpo mismo, implica la necesidad de su preparación para posibilitarlo como tal y evitar su frustración.

¿Cuáles son entonces los propósitos de la Expresión corporal? Sabemos que todos los niños/as sanos pueden caminar, correr y saltar, pueden doblar, estirar, torcer y en general articular su cuerpo de múltiples maneras, y sobre todo gozan con ello. Les gusta saltar, gritar y palmear; en otras palabras, expresar con sus cuerpos lo que sienten.

Las enseñanzas de la Expresión Corporal procuran que el niño /a alcance un dominio físico tal que le sea cada vez más fácil manifestarse corporalmente, sin que el progreso técnico impida el placer de aprender, y del movimiento en sí. Se busca brindar a cada niño/a la posibilidad de descargar sus energías a través del juego corporal, ayudando a enriquecer este juego y a encontrar en la unión del movimiento, de la música, de la palabra, del silencio, los medios auténticos de expresión creadora correspondientes a su edad; estimularle el deseo de descubrir, conocer y utilizar cada vez mejor sus aptitudes en esta disciplina y aplicarlas en su vida diaria.

Stokoe (1978) por su parte subdivide, los objetivos en general y específico:

a) Objetivo general.-
Desarrollar una condición intrínsecamente humana, recibir sensaciones de su mundo interno y externo a través del aparato sensorio-perceptivo, y comunicar, tras ello, respuestas personales por medio del lenguaje corporal.

b) Objetivos específicos.-
- Incrementar la sensopercepción y la sensibilidad.
- Favorecer la interrelación mente-cuerpo.
- Llevar al niño/a a una afirmación corporal, para que adquiera mayor seguridad en sí mismo.
- Desarrollar su yo relacional, mejorando la comunicación.

CONTENIDOS

Si nos centramos en el aspecto pedagógico, y dentro de él en el plano psicomotriz, podemos hacer el siguiente resumen de los contenidos, basándonos en las etapas del desarrollo psicomotor:

a) SENSOPERCEPCIÓN Y MOTRICIDAD:
Donde la finalidad es desarrollar la conciencia, la armonía, y el dominio del cuerpo:
• Despertar conocimientos de sí mismo. Reconocer su propio cuerpo de una forma global y segmentaria, desarrollando una actitud consciente hacia sí mismo y el “otro”, y en general profundizando sobre el esquema corporal. También, será el comienzo del descubrimiento, comprensión y control de la motricidad elemental, y la creación de situaciones idóneas para el logro de una mayor precisión y rapidez en los movimientos.
• La formación de hábitos. Adquisición de hábitos posturales y motores positivos para el desarrollo del lenguaje corporal; el conocimiento y control de la energía corporal, aprendiendo a usarla con más economía; el incremento de la resistencia física y la disminución del cansancio.
• La adquisición de habilidades. El logro de un lenguaje corporal propio más rico, el desarrollo de los movimientos fundamentales de la locomoción, así como las habilidades de equilibrio, coordinación, flexibilidad, etc.

b) ESPACIO:
Integración de manera creativa, los aspectos espaciales dentro de la expresión corporal, desarrollando la percepción del espacio personal, parcial, total y social.

A estos contenidos, planteados en forma de objetivos o metas a conseguir, habría que añadirle otro aspecto muy importante que sería el factor temporal y espacio-temporal, es decir la adquisición del sentido rítmico.

METODOLOGÍA

a) EL JUEGO
La aplicación de los contenidos de un programa de Expresión Corporal pensado para los niños/as, dada su personalidad, ha de tener un carácter lúdico y vivencial, pues ellos prefieren la parte práctica del juego corporal a cualquier contenido teórico por muy interesante que sea.

Los juegos constituyen un recurso metodológico excelente, pero deberemos tener en cuenta que para obtener un máximo rendimiento de su potencial educativo, será necesario una intervención didáctica encaminada a:

• Permitir el crecimiento y desarrollo global de niños y niñas, mientras viven situaciones de placer y diversión.
• Constituir una vía de aprendizaje del comportamiento cooperativo, propiciando situaciones de responsabilidad personal, solidaridad y respeto hacia los demás.
• Propiciar situaciones que supongan un reto, pero un reto superable para no experimentar frustración, sino sensación de logro.
• Evitar que destaquen siempre las mismas personas, por su habilidad. Diversificaremos los juegos, dando más importancia al proceso que al resultado.
• Favoreceremos la máxima participación, y sobre todo, evitar la eliminación de niños y niñas durante el desarrollo del juego, buscando siempre alternativas a esta situación.

Recomiendo la lectura del libro:
Lleixà Arribas, T. (1997) “Juegos sensoriales y de conocimiento corporal”. Editorial Paidotribo. Badalona.

Donde se recoge un amplio repertorio de juegos que hacen referencia a las siguientes temáticas:
-juegos de discriminación visual.
-juegos de discriminación auditiva.
-juegos de discriminación táctil.
-juegos de gusto y olfato.
-Juegos de conocimiento corporal.
-juegos de control tónico y de relajación.
-juegos de respiración.
-juegos de lateralidad.
-juegos de equilibrio.
-juegos de organización espacial.
-juegos de expresión corporal.

b) EL RAPORT.
Este término es utilizado, sobre todo en psicología, para definir el clima físico y motivacional, que envuelve la realización de una tarea concreta. Y es algo a tener muy en cuenta a la hora de iniciar el trabajo de Expresión Corporal con el grupo de niños.
Stokoe y Harf, nos ofrecen datos que pueden ser idóneos a la hora de la práctica, tales como:
• Lugar físico: se recomienda una sala enmoquetada, de 50 m2 aproximadamente, y que tenga un espejo grande de cuerpo entero en una de las caras frontales.
• La vestimenta: los niños/as deberán llevar una ropa con la cual se sientan cómodos (mallas, chandals, etc.) y que les permita una libre movilidad corporal.
• Motivación previa a la tarea: deberá existir una atmósfera adecuada, también es necesario que los niños tengan conocimiento del lugar físico, del material que se dispone, y de los otros niños /as que integran el grupo. El educador deberá mostrarse afectivo y cooperativo, evitando adoptar actitudes proteccionistas o posturas muy radicales, que lo único que conseguirían sería crear tensión en los niños/as, limitando sus posibilidades de expresión.

Según Salcer (1984), para favorecer un clima motivacional y de comunicación es necesario instaurar un tiempo para hablar y dialogar, y que los niños/as puedan expresar con las palabras lo que han vivido con el cuerpo, de esta forma la expresión verbal viene a complementar a la corporal, provocando una mayor asimilación del contenido emocional que han sentido.

En este sentido, coincido plenamente con Salcer, la puesta en práctica del dialogo de lo vivido en cada una de las sesiones, ayuda a integrar mejor los aprendizajes y, además si se hace al final de cada sesión, deja un buen “sabor de boca” y un grato recuerdo, capaz de mantener motivado al niño y con deseos que llegue pronto la próxima sesión. Lo cual sería deseable que ocurriera en todo proceso educativo.

CONCLUSIÓN

La Expresión Corporal comparte con la Expresión verbal el privilegio de “no dejar rastros”. Una vez finalizada la sesión, no queda ninguna huella visible. Es como si, en un tiempo dado, un movimiento condenado a un olvido total encontrase su comienzo, su realización y su final. Sin embargo, no es así, ya que cada uno de los gestos realizados entra en un “fondo psíquico”, a igual título que una experiencia vivida (y lo es), se integra y se organiza en él. Tras un cierto número de sesiones, cada sujeto logra superponer, reforzar un número de líneas que son, en cierto sentido, sus líneas “de fuerza”. Dichas líneas definen un estilo, que evidentemente, no es más que:

- la apropiación personalizada de una soltura corporal
- un reconocimiento estético
- y de un inventario de las posibilidades de expresión.

Además del aspecto de “liberación” (ha sido posible efectuar, sin necesidad de justificarse o justificarlo, gestos aparentemente sin ninguna relación entre sí, sin significado visible, por lo tanto puramente gratuitos), hay un aspecto constructivo cuyos efectos resulta difícil definir con claridad, pero que se siente como un aumento de bienestar. Pero ese mayor bienestar no es solo una agradable sensación física, en la mayoría de los casos, se trata de un alivio mental, del acceso a una cierta plenitud, a una serenidad del espíritu, a un estado en el que nos sentimos “mejor armados” para enfrentar la vida cotidiana.

El psiquiatra Dr. Barter Nhi en su libro “Yoga y Psiquiatría” llega a la conclusión que la Expresión Corporal bien entendida constituye un poderoso medio para reequilibrar la personalidad.

El cuerpo es como un amigo con el que debemos pasar toda la vida; se come con él, se duerme con él, se mueve con él, etc. y si le dedicamos la atención y el tiempo necesario, comprobaremos la buena amistad que nos dispensa. Pero para mantener una relación sana con el cuerpo, hay que mimarlo y educarlo, no se le puede abandonar. Por ello es absolutamente necesario que el niño/a tome conciencia de su cuerpo como un amigo que empieza a conocer y con el cual ha de estar toda una vida.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

• Linares, P.L. (1990) “Expresión Corporal y desarrollo psicomotor” Junta de Andalucía. Colección Unisport.
• Stokoe, Patricia (1982) “La Expresión Corporal y el niño”. Editorial Ricordi.
• Schatchter, A. y Stokoe, P. (1994) “La Expresión Corporal: técnicas y lenguajes corporales”. Editorial Paidós. Barcelona.
• Lleixà Arribas, T. (1997) “Juegos sensoriales y de conocimiento corporal”. Editorial Paidotribo. Badalona.
• www.solonosotras.com

Este artículo forma parte de la publicación nº02